Cuando me amé de verdad
22 de noviembre de 2018¿Arreglar o tirar?
3 de diciembre de 2018«Tienes el alma de duende dentro de ti, esta siempre intentando llamarte a que seas.»
Las emociones que experimentamos, nos hacen ver el mundo y los acontecimientos que nos ocurren. Puede que los vivamos de una forma agradable, fácil y feliz o de una forma difícil, terrible y triste.
Nuestro niño/a interior simboliza nuestro estado emocional. Conecta con el/ella y observa cómo esta.
La manera en que gestionamos lo que nos paso en la infancia y la forma que tuvimos de sentirlo , formara nuestro estado emocional básico en la edad adulta.
Nuestras etapas de la infancia van a ir formando nuestra personalidad y nuestra manera de estar en el mundo. Cuando una de estas etapas no es resuelta, nos hizo daño o tuvimos que reprimir el sentimiento, nos dejara una herida. De adultos cuando una situación o relación nos toque esa herida, volveremos a ese niño/a, y volveremos a sentirnos como él/ella.
Al crecer hemos ido perdiendo el contacto con nuestros sentimientos, deseos y necesidades. Asi dejamos de estar conectados con nosotros mismos y con la vida. Elige volver a conectar con tu niño/a.
Un/a niño/a es espontaneo/a, curioso/a, flexible, vital, creativo/a, con capacidad de asombro y disfrute de la vida. Si ahora como adulto no lo eres, es que en algún momento te perdiste de ti .Te colocaste una mascara que te permitió seguir adelante y evitar el sufrimiento. Recupera a tu niño/a. Dale la atención que necesita.
Las emociones son nuestro motor, son energía en movimiento. Cuando no fluyen nos quedamos atascados, sin ganas, bloqueados. Una de las maneras que tenemos los adultos de evitar sufrir, es viviendo en nuestras mentes , dejando de sentir. Cuando dejamos de conectar con la emoción la vida se paraliza.
Tu niño/a interno es un símbolo y te muestra exactamente lo que sientes, es un camino hacia tu emoción. Negar y bloquear tu emoción no te dejara vivir plenamente y puede incluso llevarte a una enfermedad.
Atender a tu niño/a es atender a tu parte emocional y poder sanarla. Es poder entender el porque actúas de determinada manera y porque algunos acontecimientos pueden llegar a afectarte de una determinada forma.
Protege, cuida, apoya tu emoción. Reconócela, acéptala deja que salga. Abraza a ese niño/a interno tuyo. Repara desde tu adulto esa necesidad no cubierta. Escucha a tu niño/a, conecta con él/ella, dale confianza, hazte su amigo/a, quiérele mucho.
Cuando la razón y el sentimiento van de la mano empieza a haber una armonía interior y un gran disfrute de la vida.
2 Comments
Así es cuidar al interior es vital para nuestra salud emocional.Agradezco mucho este tipo de post.Gracias
Gracias Ana, me alegro que puedan servirte, un gran abrazo