Feliz Navidad
17 de diciembre de 2018Haz de tu vida una obra de arte
9 de enero de 2019Una antigua creencia germana dice que un árbol gigantesco sostiene el mundo y que en sus ramas están sostenidas las estrellas.
Hoy quiero traeros un precioso cuento que me llega en estos dias, antes de la Navidad.
Cuentan, que había una vez un árbol al que cada vez que le brotaba una hoja verde y llena de vida, al mismo tiempo y en dirección opuesta le brotaba otra negra y sin fuerza.
El árbol sentía la vida que le proporcionaba tener hojas verdes pero no alcanzaba a comprender porqué su naturaleza vegetal no se desprendía de las negras. Y así crecía muy lento nuestro arbolito, gastaba demasiada energía rechazando con toda su madera a sus hojas e intentando comprender y apenas tenía hojas y ramas.
En los arboles vecinos no se apreciaban hojas negras y se lamentaba de ser tan diferente. Siempre tenía la esperanza de que un día las hojas negras empezaran a caerse y ese era su único deseo.
Pero la vida le concedió otro regalo; la comprensión de que quizás, las hojas negras nunca se caerían!.
Al principio creyó morir y sufrió como nunca. Fue este sufrimiento el que le hizo darse cuenta que cuando nos encontramos mal, ES MUCHO MAS PRÁCTICO INTENTAR ACEPTAR QUE INTENTAR COMPRENDER.
Y eligió cambiar, decidió relacionarse con todas sus hojas de otra forma. Al fin y al cabo las hojas verdes que tenía, ahora se daba cuenta, eran preciosas y cuanto mas las apreciaba y agradecía, mas crecían y mas vigorosas se ponían y a su lado, como siempre, otra hoja negra. Pero ya no le molestaban demasiado.
Y así empezó a crecer como nunca, su tronco, sus ramas, sus hojas verdes y negras… parecía que, mas que el sol y el agua, era su apreciación lo que lo hacía crecer y empezó a echar ramas enormes que se abrían al cielo y que se llenaban de mas y mas hojas verdes y negras.
El árbol estaba que se salía de su copa, amaba tanto a sus hojas verdes y había conseguido aceptar tanto a las negras que creció como ninguno y ya centenario y sabiendo que la vida no le regalaría muchas mas hojas ni tiempo, tomo otra gran decisión, de alguna forma había empezado a tomarle cariño a sus hojas negras y decidió abrirse a mirarlas de verdad e INTENTAR AMARLAS CON TODA SU FUERZA.
No sabía como empezar pues nunca se había fijado en ellas, nunca las había mirado de verdad como a las verdes. Pero había decidido amarse completamente tal y como era y miró como nunca antes lo había hecho. Fue entonces cuando se dio cuenta de que NO TENÍA HOJAS NEGRAS!! y que lo que parecían hojas negras no era otra cosa que la sombra de las verdes, pudo ver que el árbol no solo necesitaba las hojas, sino su sombra que refrescaba las ramas y tronco.
Y su amor y agradecimiento por tanta comprensión fue tan grande que ahora podía comprender mas. Comprendió que necesito creer en hojas negras para aprender a aceptar lo que aún no podía comprender.
Y amó como nunca antes lo había hecho, a sus hojas verdes, a las negras, a la sombra y a la luz. A todas las realidades presentes y a sus ilusiones pasadas. Y la fuerza de ese amor obró el milagro; cada hoja negra que rechazaba, se iba transformando en esferas de colores y las sombras en luces de comprensión y brillo.
Y así se quedó nuestro árbol para siempre, lleno de hojas, de luz y colores, con la estrella de la comprensión en su copa como una eterna sonrisa. Cuentan que cada año por navidad, el espíritu del árbol se cuela en tu hogar para darte de nuevo la oportunidad de elegir; de agradecer lo que aprecias, de aceptar lo que rechazas y quien sabe si, como aquel árbol, llegar a transformarte para siempre en luz y colores.
Lo opuesto al miedo es el amor pero aquello que todo lo abraza no puede tener opuestos.
Mas allá del “bien” y el “mal” esta el AMOR que abraza los opuestos.
FELIZ NAVIDAD!!! QUE TU LUZ BRILLE POR SIEMPRE!!!
1 Comment
Gracias Arancha
Precioso ð
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